METALES PESADOS

Arrepentido, se colgó en el cuello un rosario de plata que rezó cada noche, una cadenita con la medalla de oro del Espíritu Santo para alcanzar el perdón y la cruz del San Benito que espanta al demonio. Anillo denario y pulserita protectora de la Virgen de Guadalupe siempre lo acompañaron. Al morir le crecieron alas, pero se hundió hasta el fondo de los infiernos, pesaba demasiado.


(Finalista del Certamen Internacional "Literatura a mil", patrocinado por Signo editores y Hablando con Letras")